Autor: Orlando Solano Bárcenas

Desde que existió el grupo inicial comenzó la necesidad de la comunicación y del intercambio de ideas por medio de las palabras. Dijo Yahvé: “Primero fue el Verbo” y enseguida surgió el chisme, el cotilleo, la murmuración y afines. Como siempre y para todo lo de la vida, los griegos tuvieron una explicación precisa y poética recurriendo a la creación de una alegoría, una metáfora o una fábula casi siempre bella y simbólica que resumía lo esencial, lo digno de recordación, de remembranza y hasta de advertencia. Al igual que los humanos, los dioses del Olimpo griego mientras se despiojaban mutuamente al calor del hogar, encendido con amor por Hestia, chismoseaban; hablaban con habladurías propias o ponían a una personita a hacerlo, unas veces con verdad, otras con mentirillas o mentirotas. Ese era el oficio de la diosa Feme, bautizada Fama por los romanos.

Feme una chica traviesa y, a veces, aviesa

Feme era entonces, entre los griegos, una alegoría de la “Fama” (también la llamaban Osa) y los romanos [siempre a la rueda de aquellos] le dieron el nombre de Fama. En ambos pueblos, Feme era la personificación del rumor, el cotilleo y la reputación, puesto que se encargaba de extender los rumores y los hechos de los hombres. Sin importarle un pepino —decían algunos— de si estos eran ciertos o no, si eran justos o negativos. Por este motivo los dioses la buscaban para que los loaran o le huían para que no los denigrara. No obstante, Feme-Fama-Osa no era una criatura infernal, porque habitaba entre las nubes, pero, aún desde lo alto, provocaba desórdenes y malentendidos entre los dioses y, sobre todo, entre los mortales. Ella era muy independiente, pero Zeus la consideraba su mensajera. No en exclusividad, porque el astuto y controlador Zeus le asignó un papel similar tanto a Iris como a Hermes. Hoy en día, Feme campea por doquier.

Rápida en el vuelo y en construir o derribar honras

Según Virgilio, fue la última hija que tuvo la diosa Gea y la describió como una criatura alada de inaudita rapidez para cumplir su misión de mensajera. Tenía un ojo detrás de cada pluma de sus alas y una lengua por cada ojo que repetía sin cesar todo aquello que aprendía, se enteraba o le soplaban. Nunca dormía y por eso sus ojos eran como de voyerista, nunca se cerraban, porque a Feme no le afectaba el poder del Sueño.​ Como en toda alegoría o en cada mito, Sófocles le dio una ambivalencia y la hizo hija de Elpis, la esperanza.​ En todo caso, frente a ella, las ciudades y sus habitantes, vivían episodios de temor o de alegría. Como hoy en día, ante las Redes Sociales RRSS: amor/temor.

Mucho se la quería, porque era se encargaba de que los hechos de los héroes fueran conocidos, y de abrir al conocimiento público las grandes gestas de los héroes; también se le temía, y mucho, cuando traía relatos o noticias de desgracias, cataclismos y armagedones. En lo que sí había consenso sobre Feme, era en la importancia que ella tenía de fomentar la Comunicación, de la que se aprovechaban aquellos que la invocaban para que divulgara a los cuatro vientos sus actos y su fama, para hacerse notar y distinguirse del resto. Empero, a la par era temida por aquellos que tenían algo vergonzoso que ocultar.

Feme estaba siempre muy enterada del destino de los hombres y es por ello por lo que podía ensalzar eternamente a personas caídas en desgracias (como Eneas tras la caída de Troya) o, por el contrario, hundir a quien no lo merecía; como fue el caso del difamado Palamedes durante el asedio a dicha ciudad, cuando la malicia o perversidad de Odiseo propagó falsas acusaciones de traición hasta el punto de que Palamedes terminó lapidado por su mala fama, que en este caso no era sino infame calumnia. De estas, están llenas las RRSS; aunque también —hay que decirlo— de cosas buenas y útiles.

Feme, a sabiendas, divulgó una calumnia de Odiseo contra Palamedes

Odiseo (Ulises), rey de Ítaca, intentó evitar ir a la guerra fingiendo estar loco. Palamedes (experto en descubrir trapicheos, embustes, abulencias o “cucos”) descubrió su engaño al poner al hijo de Odiseo, Telémaco, en la trayectoria del arado que Ulises arrastraba. Buen padre, lo detuvo, pero quedó al descubierto. Debido a esto, Odiseo y Palamedes se enemistaron. El final de esta historia fue muy trágico porque, en venganza, Odiseo falsificó una carta en la que el rey de Troya, Príamo, supuestamente proponía a Palamedes traicionar a los griegos a cambio de oro. Odiseo escondió el oro en la tienda de Palamedes, quien fue lapidado hasta la muerte por el ejército griego. Feme, en esta empresa de difamación y venganza, actuó también con perversidad. En la costa Caribe dirían, con “malditicidad”.

Feme podía dar la inmortalidad o el desprecio eterno

En algunas interpretaciones del mito, algunos le daban el estatus de proveedora de inmortalidad, al hacer recordar las hazañas de un hombre mucho tiempo después de haber muerto. Este era el deseo de todo héroe, permanecer eternamente en las mentes de las generaciones futuras, pervivir en la gloria, tener fama, honor, renombre, prestigio, reconocimiento de sus acciones, obras, batallas. Tan deseada era la fama, que el propio Aquiles, ya bien famoso, renunció a una vida tranquila para regresar al combate en la Guerra de Troya; en efecto, prefirió una vida corta y gloriosa a una vacía, lánguida o mediocre (al igual que Alejandro). Muchos jóvenes, en modo selfies, han rodado al vacío por una foto, una gracia, o un “like”.

 En lo peor de la batalla para los griegos, Néstor le reprochó a Agamenón el haberse indispuesto con Aquiles, y le pidió que lo aplacase. Agamenón, asustado frente a la derrota, accedió y envió a Odiseo y a otros dos jefes para ofrecer a Aquiles la devolución de Briseida y otros obsequios. Aquiles no era fácil de carácter —un semidios nunca lo es—, los rechazó con terquedad y les dijo a las tropas, “regresemos a casa, que aquí no nos quieren o no nos necesitan” (además, deseaba la derrota de Agamenón para darle una lección). Pero, al fin y al cabo, héroe [del dolor y las penas] deseó conservar su gloria, su Kleos, salvar su nombre y prestigio y fue así como regresó al combate para conseguir la victoria, así fuese con un malware (o “caballo de Troya).

Feme intervino en favor de los griegos no solo empujada por unos dioses “cargados” en favor de estos, sino también porque era relacionada con Niké, la Victoria, quien tenía el poder de hacer grande lo pequeño y pequeño lo grande, y por esto era todopoderosa. En las redes vemos este “sube-y-baja” de honras, prestigios y vanidades.

 Los caprichos del prestigio llevaron a Feme a hacer que fueran los derrotados los que alcanzaran la notoriedad y por esta injusticia en favor del derrotado, el propio Eneas llamó a Feme la peor y más rápida de los demonios. A veces, Feme podía ensalzar eternamente a personas caídas en desgracias o hundir a quienes no lo merecían. El deseo de permanecer en la memoria de las generaciones futuras inspiraba a los héroes a arriesgar incluso sus vidas por el ansiado reconocimiento. Parafraseando a Porfirio: Por un “like”, cambio mi vida, la juego, la doy en usufructo, de todos modos, la llevo perdida…

Feme representaba la Fama, pero también el Rumor

Era muy rápida, viajaba a grandes velocidades para difundir los rumores. Volaba para ello con sus alas, por eso se la solía mostrar junto a una llama, puesto que los rumores pueden encenderse y propagarse muy rápidamente y con su lengua afilada podía causar estragos, guerras y conflictos al descubrir secretos, propalar chismes y rumores que dañaran una reputación o las relaciones. Esta personificación de los rumores y la fama en la mitología griega es intrigante porque —como se ha insistido— poco les importaba si eran verdaderos o falsos. A menudo, su influencia podía cambiar el destino de las personas, ya que la fama y la reputación eran muy valoradas en la antigua Grecia. Hoy en día, nada ha cambiado. 

Aunque no es una de las figuras más conocidas, el papel de Feme en la mitología es fascinante porque su influencia se extiende a través de las historias y los eventos de fama y reputación que afectan a los dioses y mortales por igual. Pues la vida da vueltas, y hoy la Feme-RR.SS.  es la diosa griega más conocida (y temida), mucho más que el propio Zeus, lo que es mucho decir.

Algunas historias interesantes relacionadas con Feme

Feme fue la encargada de difundir la noticia del juicio de belleza entre las diosas, lo que finalmente condujo a la Guerra de Troya. Feme desgració a Narciso, cuando difundió su belleza masculina y su rechazo a la doncella Eco, lo que atrajo la atención de los dioses. Némesis, la diosa de la venganza hizo que Narciso se enamorara de su propio reflejo en un estanque y mirando su propia imagen se consumió y convirtió en la flor que lleva su nombre.

La influencia de Feme a menudo afectaba el destino de los dioses y mortales por igual, de allí que en su representación visual se destacaran las alas para volar con rapidez para difundir rumores y noticias; una lengua afilada, sugiriendo su habilidad para hablar y propagar historias, o tocando una trompeta, frecuentemente doble, lo cual indicaba que podía proclamar indiscriminadamente la verdad y la mentira. La trompeta de Feme-RR.SS. recuerda hoy las de los grandes camiones que surcan raudos y sonoros por las vías del mundo.

Para los romanos Fama representaba la “Voz pública” y vivía en un palacio sonoro, con mil aberturas por las que penetran las voces, rodeándose de la Credulidad, el Error, la Falsa Alegría, el Terror, la Sedición y los Falsos Rumores. En ocasiones portaba la palma del triunfo. Virgilio la representaba como un monstruo dotado de fuerza dinámica y numerosos ojos y bocas, volando con grandísima rapidez en la difusión de loas o de execraciones para representar el demoníaco poder de la publicidad y el rumor.

De la Eneida: “Tanto es su empeño en la mentira infanda como en lo que es verdad. Gozaba entonces regando por los pueblos mil noticias, ciertas las unas, calumniosas otras”. Con esto, se reafirma que la Fama es una novedosa creación alegórica que, con sus numerosas bocas, pregona la verdad o la mentira… como en las RR.SS.

Representaciones artísticas de la Fama en el Renacimiento

En esta época ya no es el monstruo de Virgilio sino más bien una hermosa y coqueta doncella, de torso semidesnudo, que sopla una larga trompa y sostiene otra en su derecha, y se encuentra al lado de la Ocasión, que porta en su mano diestra los atributos del poder, por lo que también puede identificarse con la Fortuna. En otras representaciones la Fama es presentada llevando dos trompas, las de la Verdad y la Mentira. Luego se extendió la imagen de ser la diosa de la fama y la infamia, famosa por sus muchos ojos y bocas que actúan como cámaras de paparazzi y podcasts parlanchines, habitante de una casa que tiene un millón de ventanas abiertas al mundo que mira como si fueran pantallas de televisión.

Desde allí le toma el pulso a la opinión y, ayudada de tener celulares con línea directa con todos los periódicos, emisoras de radio y magnates de los medios de comunicación crea reputaciones o las hunde porque ya desde Ovidio entre sus compañeros famosos se encontraban Susurri (el cotilleo), Credulitas (el error inducido), Laetitia (la felicidad) y Timores (el terror). Umm timores-temores.

Queda claro, Feme es la diosa del Rumor (bueno o malo)

Los rumores son el medio más antiguo de comunicación masiva de información o ideas. Antes de los periódicos, la radio o la televisión, ellos circulaban de boca en boca haciendo o destruyendo reputaciones, desencadenando en veces disturbios y guerras. Hoy en día, como Johnny Walker, siguen en aumento y caminando campantes, a pesar de los medios de comunicación de masas, estimulados por estos y hasta en paralelo a ellos. Esto, en razón a que son proposiciones diseñadas para ser creídas, que se transmiten de persona a persona, habitualmente de forma oral, sin que existan datos para comprobar su veracidad por ser generalmente información manipulada.

Es decir, que son especulaciones no confirmadas, no contrastadas que se intentan dar por ciertas con un objetivo determinado, y para condicionar el comportamiento de los demás por encima de la información objetiva. Rara vez se difunden de forma abierta, suelen hacerlo con el boca-a-boca, pero con frecuencia circulan y se extienden a gran velocidad y más ahora con la internet y las redes sociales. Su enorme potencial manipulador, reside en que las personas tienden a ajustar su propia visión del mundo, a la percepción de este que tienen los otros. Manipulación de las conciencias, como lo llaman los expertos en producirlos.

Usos del rumor

Ha sido y es usado tanto como herramienta política como comercial, como medio de vejar para aventajar a alguien o a algo, o simplemente dejarle en mal lugar sin beneficio directo para el que inicia el rumor. También hay rumores cuya única finalidad es la diversión, tengan o no efectos negativos. Algunos de estos rumores iniciados como una broma, no tienen posibilidad de ser demostrados como falsos ni como auténticos, y si perduran en el tiempo, acaban convirtiéndose en leyendas urbanas.

Casi nunca tienen una fuente definida, pero sí dos acepciones principales: -Ruido informal, persistente, y sin una fuente precisa (por ejemplo, murmullos en una muchedumbre, incluso ruido de fondo provocado por el oleaje y el viento en la mar). -Transmisión de un hecho o de una historia con pretensión de verdadera, y/o con pretensión de revelación, por la vía de un medio de comunicación formal o informal. Rumores quedos, silentes, pero que pueden matar o llevar al suicidio.

El rumor como medio de comunicación formal o informal

En este sentido, suele englobar realidades muy diversas: -Falsas informaciones, errores periodísticos, maniobras de desinformación, que por más desmentidos que sean a posteriori, siempre dejan dudas y crean falsas controversias. -Vehiculan prejuicios. -Son objeto o medio de propaganda, cuando se basan en historias de vida, en casos ejemplares, en teorías globales. -Pueden adoptar la forma de broma, farsa, bulo, hasta cuando sean revelados o desvelados (1938, Orson Welles y la supuesta Guerra de los mundos). -Avanzan teorías conspirativas, en las que la narración es más importante que la revelación. – Riegan leyendas urbanas que hacen las delicias de los medios de sensación. -Logran una comunicación viral, cuando el producto que se trata de promover queda relegado por una mejor historia. -Hacen parte de las técnicas de influencia social, en el marco de estrategias de diversión (y en las de destrucción).

En el caso de las vedettes, el rumor influye más que los hechos en la formación de una reputación, porque lo que cuenta es la circulación amplia y el “que hablen bien o mal, pero que hablen”. Si los piedracelistas sacrificaban un mundo por un verso, los influencers sacrifican una honra por una paga, un “sobre” o un fan más.

El rumor trae la carga genética de Feme-Fama

Porque sigue siendo actividad propia de la comunicación informal bajo el manto de lo incierto, lo velado o lo desvelado subrepticiamente. De esta manera: “El rumor es una información emanada de una fuente no oficial y es constitutivo de cualquier grupo de trabajo; surge porque la gente habla con habladurías y una eventual mala fe, propias del runrún, del radio pasillo que se origina habitualmente por un vacío de información oficial. (Diccionario Datos de Real Academia Española. Oxford Languages).

El rumor, es una información verosímil proveniente de fuentes no verificables. Son otro tipo de hoax (bulos) muy peligrosos porque a menudo se utilizan para calumniar a empresas o individuos y contienen información difamatoria con poca o ninguna base fáctica. Son como una manifestación del efecto teléfono roto de Feme (Nerón no incendió personalmente a Roma porque estaba en otra ciudad). Al generar incertidumbre, los rumores afectan la confianza, causan daño a las reputaciones porque el golpeado no tiene generalmente como desvirtuar, de allí que las teorías de conspiración los utilicen con frecuencia valiéndose de la información escasa. “Conspiraciones”, como para Le Carré o Bond-007. ¿O para ciertas revistas o periódicos que vuelan sobre alas de mariposas amarillas?

Feme enseñó a rumorear 

A difundir rumores o noticias sobre eventos falsos. Esto equivale a chinchorrear, rumorar, chismosear, bembetear, comadrear, chismear, cotillear, chismorrear, runrunear, susurrar, murmurar suposiciones de forma vaga, sorda y continua que se apoderen de la mente de los poco informados. Son los chismes de “radio pasillo”, que casi siempre llegan a los oídos de incautos por deficiencias en la comunicación de la información pero que molestan, importunan, fastidian, incordian, chinchan o joroban a alguien por obra de los “trae que llevan” cuentos y chismes en ambientes de cotilleo, chismorreo, murmullos, susurros, sonsonete, comadreo, chismoseo, bisbiseo, cuchicheo, bembeteo, tijereteo o chafardeo con indiscreción, malicia, espíritu de crítica y mucha murmuración sobre alguien o de sus asuntos, aprovechándose de que está ausente para que, cuando se entere, se moleste, importune, maree, se sienta asediado, acosado, atosigado ante lo divulgado, ante el secreto revelado quedo y  entre dientes. Son este tipo de conversaciones las que perjudican al ausente, porque lo censuran a sus espaldas con el malevo propósito de incordiarlo por tratarse de temas negativos. A veces, con resultados trágicos.

Surgen con mayor fuerza y cantidad en épocas de incertidumbre, porque buscan perjudicar la confianza del grupo. Por ejemplo, en períodos de guerra los rumores y la desinformación aumentan y se difunden muy rápido, se transforman y llegan, incluso, a provocar desmoralización o situaciones de pánico por el intercambio comunicativo entre personas asustadas. Durante las dos guerras mundiales los ingleses realizaron grandes operaciones de desinformación masiva entre los enemigos. Los nazis, no se quedaron atrás, con Goebbels a la cabeza. Difícil intuir si este país todavía existirá hacia agosto de 2026, tanta es la labor de Feme en estos tiempos de incertidumbre y maledicencia.

El rumor es un fenómeno social persistente

 Se da en muchos campos y ambientes como el entretenimiento, el comportamiento criminal, los negocios, las finanzas, y la política. Los rumores dan origen a mensajes ocultos que pueden en veces ser socialmente útiles, cuando vehiculan un noble gesto o acto de interés común o patriótico, pero también a mensajes socialmente negativos. Lo importante es determinar cómo pueden ser controlados y prevenir los que sean perversos y hagan daños, como los chismes y leyendas urbanas desopilantes o malévolas, tarea en la que pueden ser de gran utilidad las aportaciones de psicólogos, economistas, politólogos, sociólogos y folcloristas.

No en vano el rumor es un fenómeno social presente desde que el hombre tomó conciencia de ser un zoon politikon. Sin embargo, como todo fenómeno social, el rumor obedece a una lógica estricta cuyos mecanismos pueden ser demostrados. Tarea urgente, necesaria, de salud pública.

Los rumores son fenómenos sociales omnipresentes, pero más o menos efímeros

Surgen en todas las esferas sociales, al inicio como medio de comunicación de masas; pero como estos son “masivos” los han hecho mucho más presentes y especializados en las sociedades contemporáneas. Cuando son usados como un medio de desinformar al enemigo para desmoralizarlo, no siempre son infundados; empero, su efecto depende de su proximidad con fenómenos estrechamente relacionados como: El chisme, la calumnia, las leyendas, el boca a boca, el radio pasillo, el teléfono roto y similares. En todo caso, para ser eficientes, deben movilizar la atención del grupo a través de eventos, hechos y situaciones que “conciten” y estando alertas del mal uso que puedan darles las personas que sacan de ellos beneficios o que los utilizan como trampolín de sus aspiraciones (Orson Welles devino famoso universal).

 Se ha observado, que la fuente de muchos rumores suele ser un evento o hecho preocupante que movilice la atención del grupo para ponerlo a especular sobre cuál es la verdera “causa” del supuesto hecho; a esta búsqueda, le sigue la tarea colectiva de armar el rompecabezas a través de la pieza que cada uno aporta. También se observa, que cada uno ve la comisión del delito de calumnia, por ejemplo, solo en “otros”. Está claro, frente al llamado a juicio, paternidad negada.

Los rumores son un tipo de comportamiento social e individual

Que se inicia en un momento determinado dentro de un grupo que se moviliza y se pone a “mover la lengua”, como Fame, hasta que logra el contagio colectivo. Radio “bemba”, como Fama, es rápida porque vuela. Por otro lado, si el rumor además está escrito, queda cubierto con la seriedad del medio de comunicación. En cambio, cuando el rumor es de “oreja” el receptor del cuento duda un poco más, lo que no quiere decir que no lo disfrute; sin embargo, suele hacer algún esfuerzo de “asegurarse” en su veracidad y pasar así a convertirse en un abanderado de algo que presenta como una buena noticia. De buenas noticias muy falsas, están llenas las RR.SS.

Los rumores circulan a gran velocidad y alcanzan grandes espacios en la difusión, pese a que casi siempre se originan en medios no oficiales y es por esto por lo que circulan a través de redes de afinidad personal y por proximidad, sin que las personas puedan imaginar quién podría beneficiarse de resultar falsas porque el oyente confía en que la información relatada por amigos, vecinos y parientes es cierta porque les atribuye prestigio y, sobre todo, porque la información que transmiten satisface un deseo, responde a una preocupación latente y proporciona una salida a un conflicto psicológico: A la necesidad de comunicar y poder “conversar”. Conversar con la máquina en un anonimato donde la lectura de la mirada -tan esencial…- se hace imposible.

 Los rumores tienen su público, sus funciones y momentos

Antes de lanzarlos, se elige al público particular a quien se le arrojará (palabra que recuerda el circo romano), así mismo se acuerda la puesta en escena, los actores y el público. Así como cada rumor tiene su propio “público”, también cada uno tiene su “tiempo”; por ejemplo, en momentos de censura, las personas de cierto nivel intelectual les prestan mucha atención y mucha credibilidad porque la sensibilidad libertaria se vuelve receptiva a todo lo que golpee al censor arbitrario. Es decir, que todo rumor es un producto colectivo, donde opera cierta especialización en la distribución de tareas.

El poder de un rumor a menudo reside en el hecho de que transmite información que justifica la intuición de uno, o cumple con un deseo apenas formulado. La aceptación rápida del rumor sin juicio de inventario, a veces se asemeja con la autoprofecía.

Los rumores tienen un significado social

Cuando son entretenidos, sirven para socializar, mantener o iniciar conversaciones, disminuir el aburrimiento, lo fatuo de la vida; no obstante, esto también los hace efímeros, como si se tratase de un “periódico de ayer”. Sin embargo, hay algo que les prolonga la vida: La exageración. Es la lógica de la comunicación, los mensajes duran poco, sobre todo en la oralidad y un rumor constituye un testimonio sobre un determinado contexto, que, si este cambia, el rumor pierde su razón de ser y cesa inmediatamente, ha perdido relevancia, el público se ha desinteresado y el rumor da paso al silencio.

 No deja de llamar la atención, que, hay en ellos algo de potlacht, de intercambio de mercancías: Tú me sueltas un rumor, yo te suelto otro; naturalmente, debe haber equivalencias, en cantidad o, sobre todo, en “calidad”. Los rumores sobre las primeras damas suelen ser más “sustanciosos” que los sobre su marido; los divorcios que los matrimonios.

Los rumores gozan de cierta circularidad porque a veces se van para… regresar a la conciencia colectiva, lo que opera bastante en materia de conspiraciones o de chivos expiatorios, en razón a que todas las sociedades viven sus graves crisis como un “castigo”, por lo tanto, hay que buscar a los responsables de los pecados de la comunidad para encontrar respuestas. Y de chivos expiatorios, propiciatorios y destruibles están llenas las RR.SS.

Tipologías de rumores

La primera es la clasificación del “contenido” de los rumores y la “forma” como llegan a nuestros oídos: Algunos son muy cortos, otros muy elaborados; unos se dan en medio de un gran escenario y otros son sencillos; algunos están rodeados de muchos detalles, y otros de simplicidad. Por su “forma” narrativa tenemos que la mayoría de los rumores anuncian un percance, una catástrofe, un peligro o una traición (suelen ser de color negro); otros suelen ser hasta naif, divertidos, inocentes.

Un rumor es un acto colectivo que logra mayor unanimidad cuando se dirigen más en “contra de algo” que a favor de algo (los regímenes políticos suelen crear “enemigos” nuevos cuando los viejos pasan a ser menos comentados), en estos casos el grupo se da cuenta de su propia existencia y poder a medida que el rumor se extiende más y más. Que no haya engaños: Los rumores tienen un mensaje oculto, un “segundo” mensaje y es este el que desata mayor satisfacción emocional a medida que circula; esta operación de búsqueda de lo oculto da lugar a una especie de hermenéutica porque cada uno permite varias interpretaciones, es decir, varios niveles de decodificación. Claro que muchos rumores no son más que extrapolaciones orales de “lo que pasaría si”.

Un segundo nivel de interpretación vincula los rumores con la historia reciente del grupo dentro del cual circulan, pero no hay una clave única para la interpretación de los rumores y es por esto por lo que muchos los encuentran “sabrosos” (por ejemplo, por tratar de llegar al asesino, al violador, al cornudo, al caballero de industria), los saborean como “picantes” cuando, en realidad, llevan hiel.

Los rumores y el star system

No existe una estrella sin rumores y su público se nutre de ellos porque, ella es el centro del universo. Luego su implicación con ella es total dado que la estrella no posee a su público, es este el que la posee a ella. La estrella tiene obligaciones para con su público, la primera es la de seguir siendo su estrella (o devenir anoréxica, o descocada, o “virtuosa”, o abstemia, etc.). Este es su trabajo diario, cada uno de sus minutos en el gimnasio o en la peluquería es para su público, sus fans. Además, su vida privada es pública y ella y su manager lo cultivan por medio de rumores y es que, para seguir teniendo vigencia, es decir público, debe administrar sus secretos, diseñar su filtración oportuna e infundir confianza. Los rumores negativos son una señal de ruptura: La estrella se está desviando cada vez más de los términos del contrato tácito. Marilyn se extingue, Brigitte se apaga, Whitney se difumina…

El rumor influye más que los hechos en la formación de una reputación

Los rumores-chismes afectan profundamente a la reputación de una persona y condicionan el comportamiento de los demás hacia ella por encima de la información objetiva. Las personas condicionan sus actitudes hacia el resto en función de la información que les llega acerca de los otros en las conversaciones entre ellos. Los rumores pueden hacer que las personas ajusten su propia visión del mundo a la que le dan los demás. Los rumores afectan a la reputación de cualquiera, en el buen o en el mal sentido, incluso cuando esté constatado que son falsos, se asegura en una investigación.

Lo que se rumorea acerca de un individuo concreto entre un grupo de personas tiene más poder en el comportamiento y juicio de estas hacia dicho individuo que las observaciones directas acerca del mismo. Los rumores son las especulaciones no confirmadas acerca de un objetivo determinado, porque se consideran información no contrastada, que rara vez se difunde abiertamente, lo que no impide su rápida expansión, y suelen carecer de una fuente original bien definida. A pesar de todo, parece que nos los creemos sin dudarlo. No obstante, y en sentido positivo, los rumores refuerzan las normas grupales y los lazos sociales, mientras que la reputación ayuda a determinar la cooperación entre los grupos humanos.

Desde una perspectiva evolutiva, son funcionales como herramienta para construir y manipular las reputaciones, así como una manera de entretenimiento.  Pero, también, pueden originar comportamientos negativos hacia otras personas porque afectan a las opiniones que nos formamos sobre los demás.

Los lugares preferidos por o para los rumores

Son sitios propicios para la formación de rumores, los propios de la vida profesional: La fábrica, la oficina, los negocios, las administraciones, los conventos, las cárceles. En estos sitios se encuentran la mayoría de los elementos que favorecen la aparición, difusión y amplificación de los rumores. Pero, hay una constante, los rumores florecen dondequiera que uno encuentra secretos o censura, porque se aumenta el valor de la información y se exacerban los “deseos de saber más”.  Es decir, que los rumores florecen cuando las personas tienen la sensación de que han perdido el control sobre su futuro porque todo se decide externamente, sin su aporte, por ejemplo, en oficinas y otros lugares de trabajo: Nominaciones, salarios, ascensos y despidos.

 Las empresas logran controlar bien su comunicación externa, pero no las internas, el campo de cultivo de los rumores. Solo con transparencia e información abierta se pueden controlar un poco. Existen rumores en Marketing y una industria del envío de rumores, un verdadero marketing de rumores. Los rumores financieros son percibidos como fenómenos míticos por el gran público y suelen ser muy localizados y fugaces; pero son inevitables dado que, en la práctica, la Bolsa de Valores y otros mercados financieros están plagados de rumores. Sin embargo, en materia de RR.SS. el lugar es ancho y vasto, como lo es el universo-mundo, lo que no es óbice para que sea raudo, abarcador y destructor.  

 Una categoría crítica de rumores son los rumores políticos

Muy utilizados o lanzados en la guerra política porque permiten no exponerse directamente, dado que se les deja la tarea sucia a los demás, a los “capitanes” de barrio del candidato o del partido. La fuente habitualmente permanece oculta, impenetrable y misteriosa. Cuando son rumores calumniosos, suelen ser de “fuego amigo”, por ejemplo, en la lista cerrada con voto preferente en las elecciones nacionales. En las elecciones locales, la bipolarización y la dureza de la competencia son tales que los rumores provienen especialmente del campo del adversario.

 Otro uso frecuente de los rumores en la política, como en los negocios, es para tantear la opinión pública al sugerir que uno está interesado en una determinada cartera o puesto de responsabilidad y así ver como “caigo”. Son como encuestas de opinión no siempre gratis, dados los intercambios del y entre poderes.

Controlar los rumores se hace necesario

Pero no es tarea fácil, lo más recurrente es acudir a los medios de comunicación para denunciarlos o presentar demandas penales. Entrar en denegaciones puede resultar o muy difícil o peligroso porque los desmentidos suelen provenir de autoridades oficiales de alto nivel, lo que las obliga a imprimirlas. Igual ocurre, cuando las implicaciones sociales son profundas y la investigación sobre los efectos de las insinuaciones arroja aún más luz sobre el problema de las negaciones haciendo más visible lo que se quiere ocultar; en esta materia, las “insinuaciones” son menos persuasivas que las incriminaciones directas, pero no obstante casi siempre dejan una impresión negativa así la fuente no sea muy creíble (porque del agua derramada, siempre queda una humedad…).

Un análisis del efecto de la credibilidad de la fuente revela que las insinuaciones seguían teniendo impacto incluso cuando la fuente de la insinuación ya tenía poca credibilidad. Lo mejor, dicen algunos, es cambiar la imagen del rumor desplazándolo o deponiéndolo para cambiarle la identidad; es decir, modificando su posición y la percepción pública que se tiene de él porque cada rumor da a la gente un cierto reflejo, una impresión o imagen de la persona que lo difunde. Lo que no es tan cierto en las RR.SS. donde las nuevas tecnologías y trucos lo pueden poner a usted a ser…un no-usted.

Más fuertes que la verdad

Los científicos señalan que los rumores tienen un enorme potencial manipulador porque la gente tiende a ajustar su propia visión del mundo a la percepción que de este tienen los otros. Además, porque transmiten con enorme eficiencia la información social. El estudio de los rumores se ha regido por una concepción negativa: los rumores han sido tomados como necesariamente falsos, fantasiosos o irracionales. Durante mucho tiempo se pensó que los rumores eran sustitutos: A falta de medios fiables y controlados, había que encontrar un sustituto o un segundo mejor medio.

 La concepción negativa que asocia los rumores con la falsedad es de naturaleza tecnológica, porque afirma que la única buena comunicación debe ser la comunicación controlada. Los rumores demuestran que toda certeza es social: lo que el grupo al que pertenecemos considera cierto, es verdad. Entonces, al igual que los rumores, la religión consiste en una fe contagiosa: se espera que los fieles tomen la palabra de alguien y se atengan a la verdad revelada. Salta a la vista, de gurúes creativos de rumores -buenos y malos- están llenas las RR.SS.

Los rumores, por muchos esfuerzos que se hagan, terminan siendo una fuente alternativa de información, es decir, una fuente forzosamente incontrolada porque si existen tantas personas con propensión a escuchar rumores es justamente porque estos existen a través de un principio psicológico básico: Captar información acerca de temas en los que solemos pensar, ya sea porque encontramos razonable tenerlos en cuenta para obtener beneficios o porque campañas de marketing y propaganda nos han llevado a pensar mucho en ciertas personas, aunque esto no nos suponga un beneficio material claro. El beneficio lo tienen, es bien sabido, los paparazzi de Pont d’alma tunnel.

Colombia, bajo el hechizo de la realidad virtual y el ciberacoso

Hoy en día circulan en Colombia por las RR.SS. casi que solo bulos, donde la mayoría hacen daño o ponen en riesgo por las falsedades que difunden deliberadamente. Se busca con ellos formar una determinada opinión, pero de manera interesada y es por esta razón que se inventan noticias no basadas en hechos reales y casi siempre culpando a alguien de hechos negativos. Estos hoaxes, bulos o rumores, cuando aparecen en redes sociales y otras plataformas, parecen legítimas si imitan el aspecto de una publicación de renombre; pero, es bien sabido pretenden sus creadores (de noticias falsas) suscitar fuertes reacciones emocionales a través del escándalo, lo indignante, lo desopilante y el enojo que pueden traer reacciones peligrosas individuales o grupales.

De la palabra bulo no se conoce su origen exacto, pero según la RAE puede provenir del caló bul, ‘porquería’.​ El vocablo Hoax, según el filólogo inglés Robert Nares (1753–1829), fue creado a fines del siglo XVIII como una contracción del verbo hocus, que significa “engañar”​ o, de acuerdo con el diccionario Merriam-Webster, remite a “entorpecer, a menudo, con licor”. Hocus, finalmente, es una contracción del hechizo mágico hocus pocus, que utilizan encantadores​, brujos y hasta ciertos influenciadores malevos, a flete, bajo “sobre” y al servicio de causas o personas poco recomendables. Son los herederos del lado oscuro de Feme-Fama-Osa.